Finalizada la fermentación alcohólica del vino y la extracción… ¡es la hora del descube!
Si la semana pasada os hablamos del encubado, del proceso de fermentación alcohólica y de los distintos tipos de remontados para romper “el sombrero” del vino, hoy queremos compartir con vosotros el momento del descube.
Con este nombre se conoce a la acción de separar el líquido de la “pasta” resultante una vez transformado el azúcar en alcohol y extraídos los compuestos que nos interesan de los hollejos.
Un trabajo para “valientes”
En esta operación vaciamos el depósito: primero el vino, que se lleva a otro depósito, y después sacamos la parte sólida, que para entendernos de forma gráfica y sensorial… sería lo más parecido a adentrarse en las profundidades del averno, puesto precisa meterse por completo en el interior del depósito.
Las pastas extraídas se prensan para rescatar el vino que las empapa y los orujos se derivan ya a su uso por parte de alcoholeras.
La seguridad es lo primero
Un aspecto esencial a tener en cuenta es que durante todo el proceso de fermentación y en el descube se libera dióxido de carbono, por lo que es de suma importancia seguir las normas de seguridad laboral, utilizar extractores y airear la bodega para evitar intoxicaciones.
¡Muchas gracias a los amigos de Martín Berdugo por dejarnos enseñar este proceso en el interior de su bodega!