Así vive la vendimia un enólogo

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La vendimia, mucho más que la cosecha de la uva. Así lo vivimos en Vinológica

En Vinológica ofrecemos un asesoramiento técnico integral vitivinícola que nos lleva a “únicamente” supervisar procesos con algunas de las bodegas con las que trabajamos, pero que también incluye tareas como el control de viñedo en otros casos (análisis de suelos, tratamiento de enfermedades, calendario de trabajos de campo, etc), la planificación de las labores de toda la plantilla de otras empresas para optimizar la labor de todo el equipo, el asesoramiento en el equipamiento de las instalaciones o en la selección de consumibles (botellas, corchos, cápsulas, etiquetas, estuches…) o la gestión de los trámites con las administraciones y los consejos reguladores, entre otros muchos ejemplos.

Preparados para una vendimia atípica

En este caso concreto, y con una temporada de vendimia especialmente atípica por adelantada y escasa en producción, queremos haceros partícipes de lo que supone nuestra labor en plena vendimia durante una tarde de “excursión” por algunas bodegas con las que colaboramos adscritas a la Denominación de Origen Ribera del Duero (DO.Ribera).

Cada una con sus particularidades, equipamiento, personal, dimensión y distintas elaboraciones, pero todas ellas con una necesidad común: el consejo y supervisión de un técnico que les asesore, en esta época y centrándonos en la vendimia, en el momento exacto para comenzar con la recogida de la uva. A través de las redes sociales os hemos ido enseñando algunas pistas que nos regala la naturaleza para avisarnos de que la uva ya está madura, como los “festines” que les gusta darse a las abejas, pero es necesario que un experto lleve un control riguroso de factores como el peso, el contenido en azúcar o ácidos, el pH, así como el análisis sensorial de la baya, el grado de maduración de las pepitas, y otros como el contenido de polifenoles y antocianos en la uva tinta.

Con todo ello, unido a otros condicionantes como las previsiones meteorológicas, el estado sanitario de la uva, etc, cada viñedo va marcando su propio ritmo y es tarea de nuestro técnico determinar el momento óptimo para comenzar la vendimia, toda una “fiesta” a nivel tradicional pero que conlleva mucha responsabilidad para garantizar la óptima recogida de la uva, entrada en bodega y correcta toma de decisiones en los primeros pasos del tratamiento de los mostos para la elaboración posterior de los distintos tipos de vinos.

“Vivo en la carretera”, nuestra vida en vendimia

La “ruta bodeguera” que os relatamos hoy tuvo lugar en plenos días de recogida de uva, en algunos casos con la vendimia concluida y toda la uva en bodega y en otros casos en pleno trasiego de vendimiadoras “viñedo arriba-bodega abajo”. Comenzamos en Pinord / Barco las Culebras, con visita fugaz a Páramo Arroyo y paradas posteriores en Bodegas Viyuela y Martín Berdugo.

En todas ellas, y en estas primeras fases de elaboración del vino, labores muy similares:

Se realiza la cata de los mostos de los distintos depósitos para detectar la necesidad de remontar con o sin airear, en base a criterios tanto físico-químico como la densidad o la temperatura u organolépticos como el aroma y establecer los protocolos de actuación específicos para el resultado que queremos obtener en cada uno (las características que debe tener un mosto-vino que va a dedicarse a elaboración de un vino joven no son las mismas que si vamos a derivarlo a la producción de crianzas, por ejemplo).

Estos protocolos sirven de guión para que el personal permanente de cada una de las bodegas sepa cómo proceder hasta la siguiente visita de nuestro técnico.

Confianza, el pilar sobre el que asentamos nuestra labor

Queremos detenernos en este punto: para nosotros es fundamental establecer una relación de total confianza con el equipo de las bodegas con las que trabajamos, desde los propietarios hasta todos y cada uno de los profesionales encargados de las tareas que componen la cadena de trabajo en bodega.

Esta confianza es más palpable aún cuando nuestros clientes nos proponen nuevos retos de elaboración año a año: hace unos años fue un frizzante, después los rosados tipo provenzal, el vermú, la ginebra y este año… “Alfonso, me gustaría tener un tinto con aroma a violetas” (ahí queda eso).

Para que os hagáis una idea, nosotros esto lo vemos casi como un videojuego: hay que ir pasando pantallas y el hecho de que te propongan nuevos retos significa que has completados las “pantallas” anteriores.

LO IMPORTANTE ES EL VINO Y NO EL ENÓLOGO, así entendemos nuestro trabajo y así reconocemos la dedicación diaria de las personas con las que colaboramos. De nada sirve nuestra experiencia y consejo si los equipos de las distintas bodegas no aplican nuestras pautas, de nada sirve una actitud altiva si no sabemos reconocer que el mérito final es un trabajo global y una ilusión compartida por un grupo de entusiastas que sólo quieren elaborar vinos que hagan emocionarse al consumidor. De nada sirve trabajar en proyectos en los que no nos implicamos en cuerpo y alma, por eso nos gusta colaborar en los que consideramos PROYECTOS CON ALMA.

Nos gusta pensar que ese mimo y cariño es finalmente percibido por todos vosotros cuando uno de los vinos en los que aportamos nuestro granito de arena os deja UN BUEN SABOR DE BOCA.

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